lunes, 26 de noviembre de 2012

LA CUESTIÓN SOCIAL



Esta trata de los problemas que existen entre los trabajadores y el gobierno, los cuales no logran una salida a la crisis formando mutuales, sindicatos, asociados y buscando la atención de los gobiernos.

La gente del campo es atraída a las ciudades por la comodidad que les brinda, y así es formado el urbanismo; sistema que pronto dejará de existir y que las ciudades no estaban preparadas para recibir tal cantidad de gente del medio rural. Los emigrantes campesinos al no poder enfrentar los grandes dilemas de las ciudades, como la mal higiene, una difícil obtención de alimentos y las malas viviendas entre otras.

El asentamiento y las malas situaciones sanitarias, llevan a una mala salud poblacional, con enfermedades de todo tipo. Estos problemas que afectan a la salud duran hasta mediados del siglo. El problema de la inflación a principios del siglo es un factor inquietante para las clases laborales, debido a que imposibilita el ahorro y anula las buenas condiciones de vida.
La cuestión social es, en la Doctrina social de la Iglesia, el trastorno producido por el encuentro del progreso material con el decaimiento de los principios ético-sociales, trastorno que se caracteriza por un vivo malestar de todas las clases de la sociedad y la generación de antagonismo entre las mismas.1 La cuestión social para la Doctrina social de la Iglesia se manifiesta externamente como afectando de un modo principal a la clase obrera (los asalariados) en sus relaciones con los capitalistas y empresarios; pero en realidad se hace sentir en todas las clases sociales.

Se puede decir que dos ideologías han surgido como explicaciones y respuestas al surgimiento de la cuestión: El socialismo y el socialcristianismo. La cuestión social, en el caso del socialcristianismo, como señala el Papa León XIII en la Encíclica Graves de communi que, "en opinión de algunos, la llamada cuestión social es solamente económica, siendo por el contrario ciertísimo, que es principalmente moral y religiosa y por esto ha de resolverse en conformidad con las leyes de la moral y de la religión".

El historiador chileno Sergio Grez, citando a James O. Morris, describe la cuestión social como "la totalidad de... consecuencias sociales, laborales e ideológicas de la industrialización y urbanización nacientes: una nueva forma dependiente del sistema de salarios, la aparición de problemas cada vez más complejos pertinentes a vivienda obrera, atención médica y salubridad; la constitución de organizaciones destinadas a defender los intereses de la nueva "proletariado"; huelgas y demostraciones callejeras, tal vez choques armados entre los trabajadores y la policía o los militares, y cierta popularidad de las ideas extremistas, con una consiguiente influencia sobre los dirigentes de los amonestados trabajadores".


Juan Gajardo Z.
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